La glucosa es una molécula que encontramos en los alimentos de origen vegetal, aunque nuestro cuerpo también la puede fabricar a través de otros substratos como la proteína o la grasa cuando no hay glucosa disponible (gluconeogénesis). Esta es indispensable para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
 
En condiciones normales la glucosa llega de forma progresiva a nuestra sangre y se absorbe al interior de las células para obtener energía. Hasta aquí todo bien.

¿Cuál es el problema?

El estilo de vida que la mayoría de personas llevan (sedentarismo) sumado a que actualmente tenemos a nuestro abasto un sinfín de alimentos y productos que o bien por las cantidades en que los comemos o por su composición, provocan que el azúcar en sangre aumente a tal nivel que las células no dan abasto en procesar toda esta cantidad de azúcar y entonces aparecen lo picos muy elevados de azúcar en sangre.
 
Un pico puntual nuestro cuerpo lo puede gestionar, pero picos muy elevados día tras día van a suponer un aumento del estrés oxidativo causado por los radicales libres (moléculas muy reactivas que desestabilizan a otras). En la infografía podéis ver consecuencias a corto y largo plazo sobre la salud y 7 consejos fáciles de aplicar a tu día a día para controlar estos picos de glucosa y mejorar tu salud.
 
Si te interesa el tema te recomiendo mucho seguir a Jessi Inchauspé @glucosegoddess en instagram y leer su nuevo libro “La revolución de la glucosa”.