El calcio y los productos lácteos


Los lácteos es uno de los temas más controvertidos en la alimentación : ¿Son malos los lácteos? ¿estamos adaptados a ellos? ¿de donde obtendré el calcio si no tomo productos lácteos?
En primer lugar, entendemos por leche el líquido que se obtiene de una secreción producida por una glándula interna de las hembras de los mamíferos. La cual tiene unas funciones muy concretas:
- Alimentar durante los primeros meses de vida a sus crías.
- Transmitir la primera inmunidad (las primeras defensas orgánicas) para protegerlas de las infecciones.
Aunque a muchos nos parezca que llevamos toda la vida consumiendo leche, lo cierto es que el consumo de leche se inicia con la aparición de la ganadería, hace unos 8.000 años, lo que en términos evolutivos es tan poco tiempo como un abrir y cerrar de ojos. Por lo que, en general la especie humana no estamos completamente adaptados a tomar leche de otra especie, de echo tampoco estamos diseñados para tomar la de nuestra propia especie durante toda nuestra vida. Según la EFSA el 70% de la población mundial es incapaz de fabricar lactasa (enzima que se encarga de digerir la lactosa) después del destete, lo que explicaría la gran cantidad de intolerancias y alergias que genera la leche.
Otros aspectos a tener en cuenta son los siguientes:
- La leche de cada especie tiene sus propias características según sus necesidades. La leche humana, es un alimento vivo y dinámico, creado para el desarrollo y crecimiento óptimo de los bebes. La leche de vaca, es muy diferente en composición a la leche humana, ya que esta diseñada para que los bebés bovinos dupliquen su peso en poco tiempo.
- La propia fisiología se encarga de suprimir la secreción de leche de la mamá una vez la cría ya no la necesita. ¿Tiene sentido seguir consumiéndola?
- La producción de leche aumento exageradamente a finales del s.XIX gracias a la pasteurización. Hasta entonces la leche era un producto poco seguro ya que se contamina fácilmente por microorganismos. Este echo nos indica que la leche esta diseñada exclusivamente para mamarla los lactantes, ya que al entrar en contacto con el aire se contamina rápidamente.
Leche convencional
La leche comercial que encontramos en los supermercados, producida de modo convencional puede ser un alimento problemático para muchos niños y adultos ya que esta esta producida por vacas que han sido vacunadas con antibióticos y según la ley del país en el que nos encontremos también pueden haber sido hormonadas para estimular la producción.
El libro titulado “Don’t drink your milk” del doctor Frank Oski, ex director de pediatría de la Facultad de Medicina Johns Hopkins, documenta la relación entre los productos lácteos y las alergias, los eccemas, la incontinencia urinaria y las infecciones de oídos de los niños.
Por lo que a pesar de que grandes empresas de la industria alimentaria se empeñen en hacernos creer que los lácteos son indispensables, es recomendable dejar de tomar productos lácteos o sustituirlos por los producidos de modo ecológico, en muchos casos se ha visto mejoras en los dolores menstruales, dolor de endometriosis, alergias, sinusitis, acné…
La leche de cabra es más parecida en su composición a la leche humana (menos caseína y menos lactosa) por lo que sería más recomendable que la leche de vaca.
¿Y de donde obtengo calcio si no bebo leche?
La leche es una fuente de calcio, pero aún que no interese a la industria láctea que se sepa, ¡hay muchos más alimentos que nos aportan igual o incluso mas calcio que la leche! Entre ellos las verduras de hoja verde como las espinacas, la col, el brócoli, la avena, las sardinas, el salmón…






El calcio y la importancia de la vitamina D
Numerosos estudios revelan que el calcio es prácticamente inútil si no hay suficiente vitamina D, vitamina indispensable para la absorción del calcio y el mantenimiento de una buena salud ósea.
Según recomienda la Dra. Christiane Northrup tendríamos que obtener al menos 1.000 UI de vitamina D al día para mantener una buena salud ósea y evitar enfermedades como la osteoporosis. Ten en cuenta que tomar el sol unos 15-20 minutos sin filtro solar proporciona entre 300 y 350 UI ( datos que variarán según la hora del día y la época del año.)
El problema de hoy en día es que la mayoría de personas, sobretodo en época de invierno, no salen al aire libre lo suficiente, y cuando salen dejan demasiada poca piel expuesta al sol.
Así que sal a pasear o hacer deporte al aire libre, y deja al descubierto manos, brazos, cara y cuello. Pídele a tu médico que te mire la vitamina D en el próximo análisis y si vives en países donde no predomina el sol acude a un especialista para que te recomiende una suplementación.









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