Ingredientes (3- 4 personas)

  • 300 g de patata
  • 500 g de boniato
  • 180 g de harina de trigo sarraceno
  • 3 cucharadas de levadura nutricional
  • sal y pimienta negra

Para acompañar:

  • Salsa de tomate casera
  • Queso  o levadura nutricional por encima
  • Ajo seco en polvo
  • Albahaca fresca
  • Sal

Preparación

  1. Pelar y cortar el boniato y la patata.
  2. Cocerlos al vapor hasta que queden bien blanditos. Dejar enfriar.
  3.  Con el minipimer o un procesador de alimentos triturar el boniato y la patata junto a la harina de trigo sarraceno, la levadura y la sal.
  4. Esparcir harina en la superficie de trabajo y en tus manos.
  5. Verter la masa en una manga pastelera o con las manos llenas de harina formar churros. (Te recomiendo que lo hagas con la manga, o si no tienes puedes improvisar una con una bolsa un poco rígida… Aunque no es lo ideal, yo lo hice con una bolsita de congelar de Ikea cortando una puntita.)
  6. Con la ayuda de un cuchillo, ir cortando los churros en trocitos, poner un poco de harina en ambos lados y aplastarlos ligeramente con un tenedor para dar la forma de gnocchi.
  7.  A medida que los vayas haciendo, ir colocándolos separados en un plato con un poco de harina para que no se peguen.
  8. Llevar agua a hervir y meter los gnocchis unos segundos. Cuando empiecen a flotar, sacarlos con la ayuda de una espumadera.
  9. Dejar escurrir.
  10.  Sírvelos con un poco de salsa de tomate, sal, pimienta, ajo seco, levadura nutricional y hiervas aromáticas. ¡Están de muerte!

¡A disfrutarlos!